EL WOUIVRE TEMPLARIO Y EL MISTERIO DE LA OCA – Parte I

A lo largo de estos años he escrito bastante sobre el «juego» de la Oca, su origen o como los Caballeros Templarios, utilizaron este «sistema» para distintos fines. He recopilado incluso articulo super interesante de otros historiadores o simplemente, buscadores «inquietos», que llegan muchas veces a verdades ocultas, que los «eruditos», con títulos se niegan a reconocer.

Hoy les traigo una serie de artículos que publicare a continuación y es el trabajo de varios de estos buscadores inquietos y el mío propio a modo de reflexión donde conectare estos estudios de estos colegas, con la Orden del Temple y sus enigmas en especial, la conexión de Maria Magdalena y la siempre presente Oca.

Mi ultimo viaje por tierras medievales, a lo largo de fines del 2019 y principio del 2020, me llevaron por lugares mágicos de la Sevilla profunda, donde la Oca esta siempre presente y donde los Templarios tenían en esta uno de sus principales emblemas e icono.

La Oca, aquella que se infringe heridas para alimentar con su propia sangre sus crias, que mejor imagen de cristiandad, que aquellos que se sacrifican en pos del próximo sin importarles su propia seguridad o vida. Hay definición más acertada para describir el sentir y razón de ser, de un cristiano autentico seguidor de las VERDADERAS enseñanzas del «galileo o Nazareno»?… Hay definición más profunda para definir a un verdadero «Templario Iniciado», en los misterios del camino de la Oca y el Wouivres, que la vida y obra de esa noble ave?… pues no.

Captura de Pantalla 2020-03-14 a la(s) 13.45.45
¿Y si la oca fuese simplemente la manera que tiene el huevo de hacer otro huevo? Podemos pensar cerrilmente, fanaticamente, como hacía Tertuliano «Credo quia absurdum» -Lo creo porque es absurdo-. O razonar, sobre la posibilidad de analizar la «realidad» desde ángulos hasta ahora no tenidos en cuenta. Desde el punto de vista del huevo…  *Reflexión de Patricia Muñoz

El Origen del Juego de la Oca

¨A la sombra de los templarios¨ (1986) de Rafael Alarcón Herrera con prólogo de Juan G. Atienza.

Un libro para recomendar sin dudas es este: «A la sombra de los Templarios».

Mucho de los que hay en internet, mana de esa fuente, aunque sean pocos los que citan al autor.
A partir de la página 64 comienza el capitulo II… ¨El iniciático Juego de la Oca.
Tranquilos… en los próximos capítulos de esta saga, compartiremos la investigación de este autor.

También podemos recomendar: «El jardín de la Oca» de Toti Martínez de Lezea, que además de un precioso juego de la oca, también da muchas pistas sobre este juego.

Este libro es la segunda parte de «El verdugo de Dios, un inquisidor en el Camino de Santiago», de la misma autora, obviamente.

Y otra referencia, citar también los libros de Matilde Asensi «Iacobus» y «El peregrino de Compostela», que también hablan del Camino de Santiago y del Juego de la Oca.

El Secreto mejor guardado del Juego de la Oca está en los Números…

 

No está en el Camino de Santiago, aunque nos lleve también al ¨Centro¨ con la guía y compañía de las Ocas.  No lo custodian a simple vista, los ¨Caballeros del Templo», aunque en las sombras, siguen siendo custodios de sus misterios y parajes codificados en este.

Edición de 130 ejemplares de ¨El Juego de la Oca… o la Espiral de los Constructores¨. Grabado al Aguafuerte y Aguatintas a la ¨manera negra¨ sobre una plancha de Zinc de 33×31´5cm y estampado sobre papel Gravar-Art de 350gr. de 54x50cm. Cada estampa, numerada y firmada por la autora (Patricia Muñoz), va acompañada de las Reglas del Juego y prologado por Rafael Alarcón Herrera.

En el tablero del Juego de la Oca habita un secreto de tanta belleza que la razón, protegida de cualquier ¨cambio climático¨ bajo la frágil sombrilla de su mecanicista, fragmentada y cuantitativa visión del mundo y  la naturaleza, es incapaz de descubrir.
Quizás una de las pocas ventajas de ¨algunos¨ artistas sea el lujo de poder prescindir, a menudo, de la razón.

Aunque más que un lujo debería ser condición ineludible, para todo ¨sapiens¨, la carencia de esa facultad que nos aleja tanto de los animales.
Ya tenía yo la razón muy perdida cuando hace ya más de 5 años comenzó una apasionante búsqueda llena de asombrosos e inquietantes hallazgos. Y también el reto de hacer un aguafuerte que estuviera técnicamente a la altura de un Juego tan antiguo y tan lleno, todavía, de tanto misterio, nos cuánta Patricia Muñoz.
Podría recomendarles mil lugares donde los Templarios dejaron huella y migas de pan, podría decirles cuales aun siguen estando presente en forma «ausente», pero una imagen vale mas que mil palabras. Cuantas veces te haz parado frente a una piedra y velas en ella una marca sin saber que es… cuantas veces la haz pasado por alto…. pues DETENTE!, vuelve a mirar 100 veces…. Uno de esos lugares y en relación a la Oca es Soria…
P7220106.JPG
Mascas de la pata de Oca en una construcción Templaria de Soria.-

«Aquella noche se hizo el dormido, estaba decidido a descubrir el misterio. Cuando su compañera se levantó sigilosa, para abandonar la estancia de puntillas, el caballero esperó un poco, saltó del lecho y, sin que ella lo notara, la siguió. La dama abandonó el palacio, siguió por las rúas hasta la puerta de una vieja iglesia. El caballero, siempre cauteloso, la seguía febril. Entonces, cometió una torpeza, pisó una hoja seca. Este leve crujido, bastó para delatarlo ante el fino oído de la dama. Ella se volvió escrutando la oscuridad, justo cuando la luna surgía tras las nubes iluminando al curioso. La dama, con rostro apenado, se esfumó como niebla ante el asombro del caballero. Sólo dejó en el aire de la noche un leve perfume, y sobre el pavimento de piedra, unas extrañas huellas en forma de Pata de Oca…» (Tratándose de Soria, esta foto y estos párrafos pueden ser el origen de otra leyenda)….

Los Templarios, las Dama y las Ocas, son parte de un entramado conjunto de leyendas, mitos y no tan mitos y no tan leyendas…

La Runa de la Vida

 ¿Qué imagen cristiana era aquella, en la que el Jesus, reposaba sobre la runa celta Algiz? Mucho tiempo tendría que pasar todavía, hasta descubrir su estrecho vínculo con el tablero y con lo que depara en el Camino. 

Crucifijo del Temple, Jesus sobre las patas de la Oca. Puente la Reina, Navarra.
Odín, «el que conoce el Camino», para experimentar el Poder de las Runas permaneció colgado de un árbol durante nueve días y nueve noches, como una revelación de la Fuente Creadora. De Odín, el Creador celestial, a Odín, el Comunicador terrestre… «Yo soy una ofrenda a mí mismo» (Eddas poéticas. S.XII).

 

Los chamanes nórdicos asociaban esta runa con el cisne, al que consideraban un mensajero entre «los dos mundos» que transmitía la sabiduría divina. Es una runa de arraigamiento, protección y conexión.
«La Oca y los signos con que esta se representaba, tales como su «mano» palmípeda símbolo de la capacidad operativa del espíritu sobre la materia, estaban profusamente relacionados con los Constructores Templarios, que los habían tomado por distintivo de reconocimiento, al extremo de nombrarse entre ellos como los «jars», los ansares, los ocas…» (R. Alarcón).
Siento como si me robaran el ¨centro mismo del ser¨ cuando leo por ahí… ¨el juego consta de 63 casillas…¨.
Nadie se atrevería a decir eso mismo de un tablero de Ajedrez, que ha conservado sus 64 casillas intactas gracias a la Geometría del hermético Cuadrado… pero la Espiral del Juego de la Oca continúa siendo «mutilada»…
Sin la última casilla, perdemos la perspectiva del Juego y su sentido simbólico más profundo… perdemos una oportunidad ¨lúdica¨ para acceder a un Conocimiento que escapa a cualquier religión y que el hombre de la Edad Media comprendió, respetó, sincretizó y transmitió en la concepción de su arquitectura sagrada.
Un Conocimiento que la palabra no puede contener y que se expresa a través del Número. Los números del Juego de la Oca no cuantifican las casillas, pero son fundamentales.
A la última casilla, en el centro del tablero, le corresponde el 64 pero es la única que nunca se numera. 64 es el UNO y en él se desarrolla el Juego… porque Es el Juego mismo.

Cuando uno inicia el juego de la Oca – o se inicia en el juego de la Oca- lo que comienza es un camino en espiral de fuera a dentro, para tratar de llegar al centro de su ser, de lo que somos, como en un laberinto vital donde el centro no es el fin, es la salida.

En esta andadura como la vida misma uno encuentra obstáculos, tropiezos y vuelta a empezar pero también va rompiendo poco a poco el velo de «Isis» para ir puliendo el espejo de tu alma.

Cuando atravesamos la puerta hacía la casilla 64, como al entrar en cualquier templo, hermita o catedral, uno accede a verse car a cara como la realidad última, con la armonía de las proporciones.

Este juego gracias a Patricia y su preciosos grabado sale a la luz de nuevo cobrando la importancia de antaño. (comentaba un observador del trabajo de la talladora).

Un día, haciendo cábalas con los números de las casillas del Juego de la Oca tropecé con este sorprendente ¨Cuadrado Mágico¨. Sorprendente porque son las Tablas de Multiplicar y todas las diagonales son capicúas. El 9… es otra historia.¨Llegamos a un nuevo concepto de inquebrantable totalidad, que niega la idea clásica del mundo en partes separadas o independientes…¨

CONTINUARA PARTE II

 

 

 

4 comentarios en “EL WOUIVRE TEMPLARIO Y EL MISTERIO DE LA OCA – Parte I

  1. Hola Ivana, solo esta en varios idiomas la introducción… el resto lo puedes pegar en un traductor, se que no es lo mismo… pero fue un pequeño ejercicio para quienes nos leen de otros idiomas, para que se sientan incluidos, pero solo eso. El texto original siempre estará en español…

    Me gusta

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s