EL WOUIVRE TEMPLARIO Y EL MISTERIO DE LA OCA – Parte II

¿Un Juego o un Mapa del Tesoro?

Son muchas las lecturas que pueden hacerse de algunos cuentos infantiles. Cuentos que transmiten de generación en generación un mensaje, la mayoría de las veces, enseñanzas o pautas para desenvolvernos en este mundo de lo físico. En los cuentos en que esas pautas nos conducen por el mundo de lo no visible, del «camino interior», el mensaje viene envuelto de mucha poesía, a veces tanta, que acaba oculto. No creo que la intención sea ocultar, aunque el término «ocultista» defina esa búsqueda de la «Verdad» y los buscadores hayan acabado ocultos, lejos de la palabra corriente, en la belleza del lenguaje simbólico.
Es a través del símbolo cómo nos acercamos a algunos aspectos de esa Verdad. Pero para entender el símbolo hay que estar muy «presente», y que mejor forma que jugando… participando del Juego. En el aspecto esotérico del juego de la Oca encontramos la representación gráfica del arquetipo del Camino. El camino del ser humano hacia sí mismo.
Hemos heredado un mapa del Tesoro.

Notre-Dame de Chartres.  El cuerpo se conforta en la soledad de un templo inusualmente carente de turistas… Después de tantas jornadas de viaje desde Foix, la agradable sensación que da la piedra fresca y el silencio tan absoluto que la envuelve, permiten a la mente bajar la guardia. Y mi espíritu siente que ha llegado a su Posada. Entonces el silencio se llena de un extraño lenguaje.

Laberinto, de mágicas melodías de mil colores, de oscuridad profunda entre sus cimientos y de encuentros extraordinarios… porque la piedra cobró vida y susurró sus secretos…

Portada Sur. (Ella también lo sabía…) – de Patadeoca

Portada Sur. (Ella también lo sabía…)

…»extraordinarias coincidencias que conectan los elementos de la realidad interna, como sueños y visiones, con acontecimientos de la vida cotidiana. El primero en reconocer este fenómeno fue C. G. Jung, quien lo llamó principio de sincronicidad. El definió la sincronicidad como un principio acausal de conexión que explica coincidencias significativas (…).  Los psiquiatras a menudo desestiman cualquier alusión a coincidencias significativas como una percepción distorsionada y una mala interpretación de los hechos a causa de un proceso patológico. En la imagen newtoniana-cartesiana del universo, no hay lugar para las coincidencias significativas(…) La psicología transpersonal ha demostrado que, en el proceso de la apertura espiritual, es muy común experimentar sincronías genuinas en el sentido que Jung les daba. (…) Las conexiones son muy específicas, profundamente significativas y, a menudo, hasta contienen un cierto sentido del humor cósmico. Considerando todo esto, es altamente improbable que tales coincidencias puedan entenderse en términos causales o sean únicamente producto del azar. (…) físicos que estudian el quantum y la relatividad, han abrazado el principio de la sincronicidad como una alternativa importante a las explicaciones estrictamente causales.»

«La Tormentosa Búsqueda del Ser» de Stanislav Grof y Cristina Grof.
«-¡Oh gentes, hemos sido instruidos en el Lenguaje de los Pájaros y colmados de todo bien…!»

* Libro del Corán (XXVII, 16)… como decía Jesus: «Mirar las aves del cielo»…

«En las leyendas nórdicas puede leerse que Sigfrido, héroe vencedor del dragón, podía comprender al punto e Lenguaje de los Pájaros, y esto permite interpretar fácilmente el simbolismo de que se trata. En efecto, la victoria sobre el Dragón tiene consecuencia inmediata la conquista de la Inmortalidad, figurada por algún objeto al cual aquel impide aproximarse, y esta reintegración al centro del ser humano, es decir al punto en el que se establece la comunicación con los estados superiores del Ser. Esta comunicación es lo representado por la comprensión del Lenguaje de los Pájaros,(…)»

* René Guenón. «Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada». Eudeba. Buenos Aires 1976.

Del Tajo a La Garonne viajan, a lomos de wouivre, dos «amigas felices» en busca de una mítica reina con un «pie de oca». Ellas aún no lo saben pero van a reencontrarse con una parte de sí mismas.

Colgante hallado en un chamarilero de Toledo, meses antes de viajar a Toulouse.

Y en San Sernin nos esperaban nuestras Madrinas occitanas… Cómo se puede apreciar, amantes de la Garbure y la Cassoulet y seguro que también del vino caliente y especiado.

Después de Lilith, ( y quién sabe si a causa de la reputación que se ganó) ninguna a vuelto a mostrar su «pie deforme». Con el vestido largo o la zapatilla puesta, siempre ocultando la evidencia para sobrevivir y poder preservar su «secreto» en un mundo que se volvió hostil.
Rue Saint-Charles, Toulouse.

Pero nos siguen dejando sus huellas para decirnos muchas cosas… entre ellas, que ya podemos descalzar nuestros pies. Y «Ellos», los Jars, hijos también de la Madre-Oca, deberían hacer otro tanto, porque los hombres «pattés», súbditos y Maestros de obras de la Reine Pèdauque, siguen caminando por las rutas más ocultas, y cómo «Ellas» son pocas las veces que se muestran.

El Divino Juego de la Geometría Sagrada

En Tinamar, Gran Canaria… la Pajarita de papel se posa en un lienzo y me llena el estudio de geometrías sagradas. La mecánica cuántica también se busca un sitio… textos de la física de partículas dan textura a las telas que arropan a la recién nacida Pajarita. Pronto empieza a caminar y yo la sigo hacia «una espiritualidad lúdica y festiva que surge del juego como camino hacia el conocimiento, la creatividad, la levedad. La simple estructura elegida supone el hecho de caminar sin cargas pesadas, el cultivo de lo intrascendente que tiene un secreto escondido.» * Luis León Barreto.


«Hoy ha sido la Pajarita; mañana quién sabe cuál criatura del bestiario prodigioso arribará al estudio de la pintora y se apoderará de su obra.» *  Salvador Sagaseta.

Y llegaron las Ocas con su Juego y sus ganas de jugar… y rondaron en espiral al compás del Ritmo Universal… y la Espiral se hizo Camino sin principio ni fin…

Diagramas por R. Alarcón

La primera vez que abrí este libro quiso él que fuera por la página 255, quizás sólo para mostrarme aquella Runa-crucifijo de Puente la Reina que tanto había buscado. Luego, me maravillé al descubrir un extenso capitulo dedicado al «Juego de la Oca»… «A la Sombra de los Templarios», dio sentido a la aventura de una artista que se embarca, provista sólo de la intuición como brújula, en la labor de grabar un tablero del ¨juego de la oca¨… Fue la carta náutica que quizás las Sirenas pusieron en mis manos cuando navegaba por un mar poblado de extrañas criaturas sin nombre y de simbologías tan antiguas que sus ecos sólo resuenan en lo más profundo del alma; me libró de la locura dando nombre a esas criaturas y sentido a los símbolos del Camino.

Lejos de mi imaginación quedaban aún las felices e inquietantes analogías que en adelante se iban a establecer entre los tableros de juego medievales, los lúdicos desarrollos geométricos, las Ocas y el Número que todo lo Ordena…

Y por el camino, las Beguinas…

«El beguinage, antigua comunidad de mujeres con un sentido espiritual y solidario, fue una forma de vida inventada por mujeres para mujeres. No se casaban pero no hacían voto de castidad, eran espirituales pero no religiosas, quisieron vivir entre mujeres pero no ser monjas, quisieron trabajar y rezar pero no en un monasterio, quisieron estar en relación directa con Dios sin la iglesia ni su jerarquía.Las beguinas, están documentadas antes del siglo XII y en Castilla comenzaron a ser llamadas «beatas» que quiere decir «felices» o «bienaventuradas». Pertenecieron a la clase media o popular, vivieron de sus rentas si las tenían, pero sobre todo de su trabajo como costureras o bordadoras, en el copiado y miniado de manuscritos y en la asistencia a moribundos como mediadoras de la muerte.
Beatas

También crearon hospitales para pobres y escuelas de niñas llamadas Amigas, palabra que quiere decir eso mismo «escuela de niñas», y que procede de la palabra amare. Vivieron discretamente en relaciones duales o en pequeños grupos y nunca pidieron al papado que confirmara su forma de vivir ni convivir, tampoco se rebelaron contra la iglesia.
Formaron un movimiento internacional que mantuvo muchos y muy estrechos vínculos entre sí, de palabra y mediante cartas entre amigas o de maestra a discípula. A pesar de que la iglesia las hubiera preferido quietas, viajaron mucho. Viajaban en peregrinación o para visitarse y conocerse entre ellas, por lo general no iban por el camino más corto, sino dando rodeos para visitar cosas o para encontrar hospitalidad. Por ejemplo, está documentada una sor Clara que, con una compañera, viajó a Roma, viaje que duró al menos siete años.

Beatas

Y escribieron, tuvieron una familiaridad especial con eso que se suele llamar dios al no mediar entre ellas ningún servidor de la iglesia, siendo teólogas conocedoras de Dios. Algunas beguinas inventaron en el siglo XII una forma importantísima de mística y de expresión de amor a Dios en su lengua materna en lugar de en latín. Esta innovación les llevó a tener dificultades con el poder eclesiástico.
Hadewijch de Amberes escribió sus visiones, poemas y cartas, fue perseguida y encarcelada. Margarita Porete, que escribió su hermoso libro El espejo de las almas tristes, fue condenada por la inquisición.»

M. Milagros Rivera, del libro, «La diferencia sexual en la historia».
Beatas

Cada mujer libre, consciente y «divina», es el triunfo de todas las que buscaron poder ser libres, de las que sospecharon que poseían consciencia propia, que descubrieron que esa consciencia poderosa era lo Femenino y que en el reflejo del fondo de la marmita, descubrieron que eran Divinas. Por todas las «hermanas» del pasado que acusadas de brujas, putas, estériles, adúlteras, herejes o endemoniadas no disfrutaron libremente del orgullo y el placer de ser Mujer… por todas ellas «vivamos» (ya somos)… Libres, Conscientes y Divinas…

Casilla 63: La Puerta

la puerta
Puerta del Iniciado, Catedral Templaria de Chartre – Francia
En la Puerta del Jardín dos feroces dragones de largas colas custodian el umbral que conduce, a través de las aguas de un manantial, al Centro del tablero. Guardianes que demandan la respuesta correcta al acertijo formulado… «¿Y Tú… Quién Eres?»…

Es cierto que en la mayoría de los tableros modernos ya no aparece la casilla 64. En muchos de ellos ese espacio lo ocupa la casilla 63 o La Puerta del Jardin.

Juego Moderno de la Oca

En otros casos menos «graves», ese Centro geométrico del tablero se ha ultilizado para poner las reglas del juego. Quizás haya sido ese el primer paso hacia su desaparición.

En ese innumerable Centro, que se encuentra entre «final y principio» de camino, se haya el Jardín de la Oca.

El Camino de la Oca hacia Santiago de Compostela

 

En el Camino de Santiago, la Oca se nos presenta en dos formas lin-güísticas bien precisas. La más antigua, cuyo origen es pre-indoeuropeo: Auch, Ouche. Que a través del latín Aucam y del bajo latín Auca, ha producido Auca y Oca, en España, dando lugar en Francia a formas como «Auche» y «Oie». La más reciente, de origen indoeuropeo, derivado del sánscrito: Ham-sa. Que a través del latín Anser y del gótico Gans, ha evolucionado, en España, produciendo Ansar y Ganso, mientras que la forma «Jars» quedaba relegada a la península para afirmarse en Francia, donde ha producido una curiosa frase hecha: «dévider le jars», que en sentido figurado significa «hablar el argot», en recuerdo tanto del lenguaje de oficio, argot de los Constructores, como del lenguaje esotérico, argot iniciático o alquímico. En el país vasco, franco-español, incrustado con su personalidad propia entre ambas naciones, aparecen asimismo ambas formas lingüísticas.

La primera en la voz conque se reclama precisamente a las ocas: Auk-Auk; la segunda en el vocable Antzara. Todas estas formas lingüísticas tienen una manifestación física en el Camino peregrino, en forma de topónimos, más o menos deformados y algunos todavía perfectamente reconocibles, que parecen agruparse en determinadas zonas o regiones naturales. En Francia son incontables los lugares Oca, como Loye, L’Ouche, L’Au-clrere, Notre-Dame d’Auche, abundantemente estudiados por Louis Charpentier, tanto en los caminos de peregrinación como fuera de ellos. Así cabe pensar si Toulouse no sería una «Tau de la Oca», o si el Languedoc o País de Oc no debería ser contemplado como la Tierra de la Lengua o Idioma de la Oca, el «País de la Oca», ya que no deja de ser significativo que el Languedoc se corresponda con los antiguos territorios ocupados por los «Ligures»,  ese extraño pueblo pre-indoeuropeo adorador de Ocas Sagradas, que incluso, transmitieron la idea a los romanos, siempre dispuestos a todo tipo de dioses—.

Tendríamos así un País de la Oca donde se habla una lengua especial, el Idioma de la Oca, y tenemos ese «devider de Jar» que literalmente es «desembuchar el ganso», curiosa forma de anunciar que se habla en Argot, lengua especial y oculta para la mayoría. Pero tanto la Oca como el Ganzo, son la misma cosa, un ave o pájaro. ¿No se trata entonces de un lenguaje de los pájaros…

Centrándonos en España y sus Caminos de Santiago, podemos observar cinco grupos principales pródigos en topónimos  Oca, Ganso, Ansar y Jars. Debemos precisar que el vocablo Jars , bien no se mantuvo en España, donde predominaron otras formas como ya quedó dicho, la palabra se conservó en forma de topónimos sobre numerosos lugares de ocupación céltica: Pedraja, Manjarin, Jares, etc. Igualmente se aprecia cierta confusión, tal vez procedente de la transformación toponímica ocurrida a lo largo de la historia, a la hora de considerar la extensión y composición de cada grupo o región. En ocasiones no se puede precisar si determinado conjunto de topónimos Oca pertenece a cierta región, hoy día disminuida, o por el contrario forman una región aparte cuya denominación ha desaparecido, tal es el caso del grupo constituido por diversos pueblos Oca, situados al norte de La Rioja, y que quizás constituyesen una región propia cuyo centro sería Vitoria, la antigua Gasteiz medieval. Pero veamos esos grupos o regiones —o «bandadas» de Ocas—.

Primera. En el origen del Camino de Santiago, que entra de Francia por Somport, tenemos un Valle de Anzó —Ansar— y un pueblo Ansó, en la zona de Jaca. Fijémonos bien, una Oca junto a un Caballo, es decir una Cabala porque se trata de una hembra de caballo. Más concretamente un Caballo o Cábala ante las puertas de un Valle de la Oca, del Ansar, junto a un pueblo, Siresa, que conserva en su iglesia de San Pedro parte de un laberinto iniciático medieval. Y tras el valle, como escondida, la Selva de Oza Oca—, un lugar donde alienta el Espíritu de la naturaleza incontaminada.

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Iglesia de Villanueva – Camino De Santiago – España. Momentos previos a una reunión de los Templarios del Secretum Templi allá por el 2014… Se observa en el altar el emblema del actual Maestre Nathanael.

Segunda. La Rioja, cuya capital primera fue Nájera, derribado de  Jars?— sobre el río Najerilla, pasando luego el centro a Logroño, la antigua Luconia o Lugonia citada por los visigodos como sede de los celtas Berones adoradores del dios Lug. Aquí se encuentran pueblos tales como Ocón, Daroca, Manjarrés —¿Jars?—, Ojacastro —castro de la Oca—, y ríos como el Oja —de-formación de un antiguo Oca o Jars que da nombre a la región según consta desde el 1092: La Rioca, la Tierra del Río Jars.

Hacia el norte, en el Camino secundario la peregrinación era el único utilizado hasta que se hizo la ruta de los Ronces Al valles— que viene de Vitoria hacia Burgos, se encuentra la llamada Rioja Alavesa, posiblemente un grupo independiente del anterior, pero que integraremos en el mismo para no entrar en más complicaciones. tenemos aquí toda una Pléyades de Ocas, Ocos al oeste de Estella Ocáriz, Oyón, Oquina, Ocilla, Ocararzo, Peña, Oqueta, Oca, Nanclares de Oca, Leciñana de Oca, Villanueva de la Oca, y al Norte el rio Oca con el pueblo de Zugastieta y Oca en sus Orillas.

Tercera. Al oeste de La Rioja y limitando con ella, con los Montes de Oca y el río Oca, con pueblos como Oria —una Oca a orillas del río Oca-Santa Olalla —que puede leerse Olaja, Jars—, Villafranca Montes de Oca con la ermita de Nuestra Señora de Oca, que en Francia existe como Notre-Dame d’Auche, y no es otra cosa que la Dama del Jardín de la Oca; Villanasur de río Oca, Arraya de Oca, Santovenia de Oca, Santa Olallade Bureba, y en medio de los Montes de Oca el Puerto de la Pedraja, que debe ser «de la Piedra de Jars», y como se trata de un «puerto» de montaña, que en realidad es un lugar de paso (si fuera un puerto marino sería lugar de arribada o partida), resulta ser una Puerta de la Piedra del Ganso, o de la Oca, que todo es lo mismo tratándose de estos volátiles animales.

A partir de Burgos, en una zona que fue dominio Templario, la Tierra de Campos (o Campos Góticos), la toponimia se muestra escasa en ocas, parece como si toda pista hubiese sido borrada junto con la memoria de los héroes caballeros del Temple. Al sur de Burgos está Oquillas y el arroyo Oquillas, al oeste Castrojeriz —¿Castro Jars?— junto a un dudoso río Odra —¿Oca?—, muy al sur cerca de Valladolid, aparecen Pedrajas de San Esteban —Piedras de Jars—, La Pedraja del Portillo y el río Adaja con una serie de pueblos que lo toman por apellido; al norte, en caminos secundarios y bastante dispersos como para agruparlos en una región, están Santa Olalla, Santaolalla, los ríos Hijar y Nansa —Jars y Ansar—, Santa Olaja de la Vega y, a las puertas ya de León, dos Santa Olaja —¿Santa Oca-Jars? ¿La Oca Sagrada?—.

Cuarta. Volvemos a encontrar la pista en los Montes de León, —los Montes del dios Lug—, a partir de Astorga y en una zona donde el dominio del Temple fue lo bastante intenso para perpetuar su recuerdo junto a las tradiciones célticas: El Bierzo. Este grupo incluye La Maragatería y El Bierzo hasta Ponferrada, aquí encontramos Villageriz —¿Villa Jars?— al sur de Astorga, y al oeste aparecen El Ganso —más claro el agua—, Man-jarín y el Valle de Valdueza, regado por el río Valdueza que da nombre al valle y era conocido antiguamente como río Oca —derivando a Valdoca, Valdoza y definitivamente Valdueza—, en este Valle de la Oca están los pueblos de San Esteban y San Cristóbal de Valdueza. Al norte quedan unos sospechosos, pero improbables, pueblo y río Boeza que nace en el pico de La Rebeza.

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Iglesia de Estella – Camino De Santiago – España. Momentos previos a una reunión de los Templarios del Secretum Templi allá por el 2016… Al igual que en Villanueva en 2014, se observa en el altar, el emblema del actual Maestre Nathanael.

Quinta. Comprende el Bierzo desde Ponferrada hasta el límite con Galicia, integrándose aquí las Sierras de Ancares y el río Aneares, que no son sino Ansares —por evolución de Ansares = Anpres = Ancares—; pueblos dudosos como Naraya —¿Aya = Oya = Oca, por deformación?.

Narayola, Camponaraya, Pereje —¿Jars?—, Barjas y el arroyo Barjas. Al sur de esta región están el río Jares y el pueblo de Laroco ¿Lar-Oco, el lar de la Oca, la Casa de la Oca?—.

Entrados en Galicia volvemos a perder la pista, hay una Santa María de Loo —¿de Loya = de L’oca?— junto a Portomarín, una Santa María de Oya —Oca— cerca de Vigo, un pueblo, Dozón y un río, Deza ¿Oca? en Pontevedra, y una Oza de los Ríos al sur de La Coruña. Son topónimos en algunos casos significativos, pero que no conforman una unidad geográfica. 

 

Al final del Camino Jacobeo no podían faltar las ocas, y formaríamos con ellas una sexta agrupación si no fuesen tan escasas y dispersas. En la ruta que sube por Vila Real Orense-Lalín, aparece una Aldea Oca, junto al Puerto de La Oca por donde se cruza el Pico Sacro, se trata aquí de otra Puerta de la Oca y esta vez es la última que debemos cruzar antes de llegar a Compostela, una vez bajemos de la Montaña Sagrada donde estuvo primitivamente la tumba del Apóstol Santiago, antes de su traslado definitivo al Campus Stellae.

Parece que en la ciudad del sepulcro santo debieran terminarse las Ocas y el Camino, pero sabemos que no es así, porque el final del camino peregrino —con minúsculas— es Compostela, lugar de muerte, pero el final del Camino de las Ocas Salvajes, de los Ánsares o Jares convertidos en Jacques, es la costa, el Finisterre, el Fin de la Tierra, donde acaba lo terreno y comienza lo celeste, el paraíso desconocido situado allende el Atlántico. Más allá del mar situaban muchos pueblos antiguos, entre ellos los celtas que habitaron estas tierras, el país de las almas bienaventuradas y de los héroes elegidos de los dioses; hacia el Oeste, donde cada día el Sol-Osiris debía entrar en el mundo de los muertos, para renacer otra vez glorioso del huevo primigenio, al siguiente día, en forma de Ganso…

Así pues, pasando Santiago de Compostela, lugar de muerte, de tumba, está San Esteban de Oca, en el Valle de Ulla y junto al río Tambre, que desemboca en la ría de Noya, bajo el Monte Aro. Y aquí surge un paralelismo con otro camino iniciático recorrido por Ocas, el Camino del Juego de la Oca. Al final de dicho Juego se encuentra una Oca en la casilla 54, la muerte en la 58 y otra Oca en la 59, y la entrada al Jardín de la Oca en la 63. Oca-muerte-Oca-puerta: pueblo y puerto Oca — tumba de Santiago en Compostela — pueblo San Esteban de Oca — puerta del «más allá» en la costa atlántica, ya sea Finisterre, Noya o Iria Flavia.

Todos los lugares mencionados, salvo cuando se indica lo contrario, se encuentran sobre o en las cercanías de ese Camino de Santiago, Arcoiris del dios Lug, o Camino de las Ocas Salvajes, por donde se marcha en peregrinación desde hace milenios a iniciativa de los fervorosos de la Oca, de los Jars, los Compañeros trabajadores de la piedra…

Siguiendo siempre ese camino hacia el Oeste, pasando las puertas y desfiladeros de la ruta iniciática, que les conduce hasta las rías atlánticas, donde aún deben descifrar los signos sagrados, petroglifos sacralizadores, que fueron grabados para ellos en las rocas ancestrales de Galicia en un tiempo del que se ha perdido toda memoria.

Y esa peregrinación, en sus dos vertientes, iniciática y alquímica, es la que representaron cabalísticamente los creadores de ese misterioso juego di-dáctico que hemos nombrado hace poco: El Juego de la Oca…

 

CONTINUARA PARTE 3:

LA INICIACION DE LOS PEREGRINOS Y LOS TEMPLARIOS 

 

 

Texto, fotos, colaboración, desarrollo y aportes: Rafael Alarcon, Patadeoca y Cesar Imbellone

 

 

 

 

 

 

 

 

2 comentarios en “EL WOUIVRE TEMPLARIO Y EL MISTERIO DE LA OCA – Parte II

  1. Feli Galker

    El trabajo arqueolinguistico es digno de aplauso,
    Sin embargo creo que se han pasado por alto posibilidades derivadas de raices Semitas.
    Por ejemplo en el caso de Barjas (Que podria tambien derivar de la misma raiz que «Barajas») etc.

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  2. Pingback: Otro gran artículo del gran Imbellone – Pablo A. Arribas

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