“No a nosotros, Señor; no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria, para que en todo sea bendito el que adiestra mis manos para el combate y mis dedos para la batalla”. Citando salmos y santificando la guerra, así finaliza Bernardo de Claraval su Elogio de la nueva milicia templaria, el texto escrito en …
Debe estar conectado para enviar un comentario.